Edificios inteligentes
La construcción de edificios inteligentes se basa en la sustentabilidad, funcionabilidad, eficiencia espacial, reducción de agua y consumo energético, equilibrio entre el aspecto económico, ambiental y social. Alrededor del mundo existen varios edificios que cuentan con estas características y en este artículo te lo contamos.
En primer lugar, la sustentabilidad hace referencia a la eficiencia con la que se utilizan los recursos en la edificación. Por otro lado, la funcionabilidad abarca el concepto de crear espacios que sean visualmente agradables y permitan la interacción entre residentes. Desde este punto de vista es necesario que la obra se haya alzado en un lugar que brinde eficiencia espacial para aprovechar espacios y condiciones geográficas del entorno. Además, para las construcciones inteligentes los ingenieros y arquitectos siempre tomarán en cuenta el uso consciente de áreas verdes y la preservación de elementos del medio ambiente. Por lo que un edificio inteligente busca un equilibrio entre ambiente, sociedad y economía.
El primer edificio inteligente compatible con todas las características anteriormente mencionadas es The Crystal, ubicado en Londres. Es considerado como uno de los edificios más sustentables alrededor del mundo debido a que sus oficinas no utilizan calefacción, los baños funcionan con el agua que el sistema de la edificación recoge de las lluvias, e implementaron bombas de calor de tierra para generar toda la energía funcional. En este complejo de oficinas se promueve el uso de autos eléctricos, ya que en los garajes las personas encuentran la teconología necesaria para cargar sus vehículos. Otro dato curioso es que el servicio de limpieza de cada piso está a cargo de robots.
The Edge es un edificio muy parecido a The Crystal en cuanto a funcionalidad y desarrollo tecnológico. Esta obra arquitectónica ubicada en Amsterdam Holanda recibe energía para todos los aparatos electrónicos que se encuentran en su interior por medio de la implementación de placas solares. Está situado en un lugar privilegiado por la luz natural, situación que disminuye el consumo de luz ambiental, asimismo almacena agua de lluvia para el funcionamiento de los baños. La peculiaridad de este edificio reside en su sistema que monitoriza y organiza todas las actividades que dentro de las instalaciones se desempeñan, desde la cantidad de luz requerida hasta la temperatura ideal.
Finalmente, encontramos al edificio Leadenhall en Londres. Esta construcción inteligente cuenta con 293 medidores de energía, métodos de recolección de agua, ascensores inteligentes y un sistema que permite que el edificio diversifique la entrada de aire natural en las diferentes plantas. Además, el vidrio que rodea el proyecto arquitectónico es de triple capa y la temperatura al interior es fresca.
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